lunes, 4 de abril de 2011

El nació de la mejor música


Fue como que siempre mi piel lo hubiera sabido


Fue como que mis ojos siempre hayan visto con los de el…


Yo vestía de rojo, con los ojos negros ese día, el estaba con una camisa


Azul, como siempre lo pensé y sus ojos eran como la miel.


Entre los dos, habían otras personas, con otras ropas, y el color de los ojos de ellos


Daba igual en ese momento, y corría viento que hacia jugar a los arboles.


Caian un poco de hojas, porque el otoño ya estaba entre nosotros


Mi cuerpo entero sonrió, el vestido me bailo y él me vio.


Se acerco con un poco de barro en sus zapatos, y me dijo ; “Hola…pensé que el viento


Te pondría en aprietos.” Yo solo me rei, nerviosa, coqueta y ansiosa por tener


Algún contacto con el…


Le dije : “y si asi hubiera sido, tu me rescatarías de eso?”


Me dijo sin pensarlo: “sin o con viento, habría venido igual”


Entonces fue cuando me asuste! Porque mi cabeza pensó:”Llegue…! Llegue al camino donde nos íbamos a encontrar, que digo ahora… mi estomago ya no da mas!”


Y me dice: “Quieres un helado otoñal?” … obviamente le dije “Si!” como una niña feliz, que no comía helado hace mucho…


Se rio , y su risa confirmo todas las cosquillas que tenia… solo pensaba “es tan guapo, tiene el tono de voz que me hace sonrojar, tiene todo lo que al parecer la tierra me podía ofrecer, y yo aca, sin poder hablarle, con la voz seca de tanto nervio!


Lunaaa, es ahora cuando debes ayudarme!”


Me dio el helado, y el mismo escogió el sabor y al pasármelo, su dedo me roso…


Y fue cuando nada me importo, calle a mis nervios y le puse helado en la mejilla riendo…


El se quedo quieto y le dije “Si te vas mañana, si no te veo más o te veré para siempre, este momento lo tengo que hacer “ y bese sus labios sin dudarlo y luego bese el helado de su mejilla…


Ahora el no podía hablar.


Sentí que con ese beso había tenido más orgasmos que con muchos otros sexos.


Me tomo el cuello suavemente y dijo cerca de mis labios: “vamos…” y yo lo seguí.


Llegamos a una casa común, pero con ventanas redondas y un poco sicodélicas, al entrar el olor a madera y café se impregno en mi cabeza, supe de inmediato que de esa casa solo se saldría una vez enamorada y totalmente embriagada de el.


Juro que jamás quisimos ser así de cursi, pero una vez que se vive lo cursi con la piel, es lo más intenso y exquisito que hay, era como si todo confabulara a nuestro favor, el viento soplaba lento, los colores de la tarde se ponían más intensos, el olor de ropa y piel, solo llamaban al sexo y yo…yo jamás había estado tan bonita, mi cuerpo entero coqueteo con el, podría jurar que mis pestañas crecieron en 3 segundos, solo para el.


Ya estaban las cartas jugadas.


Sus manos subieron por mi vestido, tan seguras como cuando suena una cuerda de guitarra gitana… sus dedos sabían el lugar exacto de cada poro abierto y mi piel estaba totalmente entregada.


Mi respiración no era agitada, de hecho era tan calmada, que parecía que mi alma estaba flotando… el me había encontrado.


Baje a su pecho y cada punta de mis dedos, desabrocho su ropa azul, y vi sus poros, vi su piel erizada, mis ojos brillaron, no podía estar en un lugar mas perfecto en ese momento.


Lo bese, lo bese por todos lados, porque no podía perder tiempo en no hacerlo, el me acariciaba como si supiera desde siempre el mapa de mi cuerpo, su sexo era perfecto…


En pleno sofá de su casa, me entregue, ya era toda de el y me daba igual el mundo, me daba igual salir herida, me daba igual que el fuera mentira, porque mi cuerpo, mi alma y mente estaban alineados al fin… y de esto saldrían los mejores poemas de amor o desamor, la verdad que en ese minuto, en esas horas, mi destino me daba igual…


La carne se sentía por primera vez real, y mientras el mordía mis caderas, mientras el tiraba de mi pelo y acariciaba mi cintura, yo sentía explosiones desbordantes, sentía al sol dentro de mi cuerpo, y a la Luna bailando como loca en el mar que él había provocado.


Sentí a la tierra, sentí el fuego, el agua y el viento…


No se de donde salió, como lo crearon, pero fue como la mejor música que hubiera escuchado, era la mejor melodía en hombre, el, era el tono que estaba buscando.


Después de eso que mas da el futuro?... después de eso, qué más da, si nunca más lo veo?


Su olor, sus manos, su música, serian eternos en mi ser, demasiado profundo, jamás saldría.


El sol salió de mi cuerpo para darle luz al día, y con el alba pude ver mejor su rostro, rostro blanco y fuerte, rostro marcado por una vida inteligente, rostro sutilmente acariciado por viajes largos.


Preferí dejar de mirarlo, y me di vuelta, tape mi espalda porque corría una pequeña corriente, el abrió los ojos y me abrazo, y que miedo me dio ese calor…Cerré los ojos para ignorar al miedo inoportuno.


Me dormí y no soñé, pero lo más gracioso es que jamás desperté.


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